
Introducción
En el entorno escolar, es común que surjan conflictos entre estudiantes, docentes u otros miembros de la comunidad educativa. Estas situaciones, si no se gestionan de manera adecuada, pueden alterar la convivencia, generar malestar emocional y perjudicar el aprendizaje. La calidad educativa no solo depende de los logros académicos, sino también de un ambiente seguro y armonioso. Por eso, es importante estudiar cómo los conflictos escolares impactan en el rendimiento académico y en el clima institucional, así como identificar las responsabilidades que tienen directivos, docentes, estudiantes, familias y profesionales del área psicoeducativa para prevenirlos y manejarlos de forma constructiva.
1. Relación entre los conflictos escolares, la calidad educativa y el rendimiento académico
Los conflictos que ocurren entre compañeros dentro de la escuela pueden influir de manera importante en cómo se vive y se aprende dentro del centro educativo. Estas situaciones pueden dañar el ambiente, provocar discusiones constantes, hacer que los estudiantes pierdan el interés por estudiar y que bajen sus calificaciones. Además, la forma en que la escuela actúa ante estos conflictos refleja qué tan buena es su educación.
a) Conflictos escolares y calidad educativa
Una educación de calidad no se basa solamente en los exámenes o notas que obtienen los estudiantes, sino también en que puedan sentirse bien y seguros en la escuela. Si hay muchos problemas entre los alumnos y nadie interviene, el ambiente se vuelve tenso, inseguro y poco saludable para aprender.
Ejemplo: En un centro educativo donde hay casos de acoso y los profesores o directivos no hacen nada, los estudiantes pueden dejar de ir a clases, participar menos o mostrarse tristes y aislados. Esto demuestra que la escuela no ofrece un espacio adecuado para aprender ni para crecer como personas.
b) Conflictos escolares y rendimiento académico
Cuando hay discusiones, burlas o peleas frecuentes entre compañeros, muchos estudiantes se sienten nerviosos, molestos o sin ganas de aprender. Esto afecta su concentración, su motivación y, por lo tanto, sus resultados en el aula.
Ejemplo: Un alumno que sufre constantes burlas por parte de otros puede comenzar a tener malas calificaciones, a no entregar sus tareas o a evitar participar, aunque antes fuera responsable y se destacara por su buen desempeño.
2. Prevención y manejo del conflicto escolar: roles de los estamentos educativos
Cada actor de la comunidad educativa tiene un papel específico y fundamental tanto en la prevención como en el manejo de los conflictos escolares.
a) Equipo de gestión (directores, coordinadores, etc.)
• Prevención:
Las personas que dirigen la escuela, como los directores y coordinadores, deben crear reglas claras para que todos sepan cómo convivir de forma respetuosa. También deben planear qué hacer cuando hay un problema y enseñar a toda la comunidad escolar a vivir en paz y resolver los conflictos sin violencia.
Ejemplo: Hacer un reglamento escolar donde participen los maestros, estudiantes y padres, y crear programas donde los estudiantes aprendan a mediar y resolver peleas hablando.
• Manejo:
Cuando sucede un problema o un conflicto, el equipo de gestión debe hacer cumplir las reglas de manera justa, actuar rápido y asegurarse de que se sigan los pasos correctos. Además, deben hablar con los padres y con el equipo de orientación (como psicólogos y orientadores) para ayudar a resolver el problema.
Ejemplo: Si dos estudiantes se pelean, el director o coordinador debe seguir el plan que ya tienen para estos casos, aplicar una consecuencia justa y reunirse con los padres y el psicólogo para buscar soluciones.
b) Profesores
• Prevención:
Los maestros ayudan a que en el aula haya un ambiente de respeto, inclusión y comprensión entre todos. Enseñan a sus estudiantes a tratar bien a los demás, a aceptar las diferencias y a ponerse en el lugar del otro. También están atentos a cómo se llevan los alumnos entre sí, para notar si hay señales de problemas o peleas.
Ejemplo: Organizar actividades en grupo donde todos trabajen juntos, o hacer rondas de diálogo donde los estudiantes puedan hablar sobre lo que sienten y aprender a resolver conflictos hablando.
• Manejo:
Cuando ocurre un conflicto en el aula, el maestro actúa de inmediato. Habla con los estudiantes involucrados para entender lo que pasó y ayudar a solucionar el problema. Si la situación es más complicada, pide ayuda al orientador o al psicólogo de la escuela.
Ejemplo: Si dos estudiantes discuten o se gritan en clase, el profesor puede intervenir de forma tranquila para calmar la situación, hablar con ellos después y pedir apoyo al orientador para dar seguimiento y evitar que vuelva a ocurrir.
c) Familia
• Prevención:
Los padres y madres tienen la responsabilidad de enseñar en casa valores importantes como el respeto, la tolerancia y la buena convivencia. También es importante que hablen frecuentemente con la escuela para saber cómo va su hijo y estar al tanto de cualquier situación.
Ejemplo: Padres que enseñan a sus hijos a no pelear y a resolver los problemas hablando, y que participan en reuniones, actividades escolares o talleres sobre convivencia.
• Manejo:
Cuando ocurre un conflicto donde su hijo está involucrado, la familia debe apoyar en la solución. Esto incluye asistir a reuniones con la escuela, hablar con el hijo sobre lo ocurrido y ayudarlo a cumplir con las decisiones que se tomen para corregir la situación.
Ejemplo: Si su hijo tuvo un problema con otro compañero, los padres van a la escuela, colaboran con los maestros o el psicólogo, y ayudan al niño a pedir disculpas o a reparar lo que hizo.
d) Estudiantes
• Prevención:
Los estudiantes deben aprender a comunicarse bien con los demás, a resolver problemas sin pelear y a trabajar en equipo. Estas habilidades les ayudan a evitar conflictos y a convivir mejor con sus compañeros.
Ejemplo: Participar en actividades o talleres donde se enseñe a dialogar, escuchar a los demás y evitar el bullying o las burlas.
• Manejo:
Cuando un estudiante se ve envuelto en un conflicto, debe reconocer su parte de responsabilidad, estar dispuesto a hablar sobre lo que pasó y buscar una solución. También debe ayudar a reparar el daño que causó.
Ejemplo: Si un estudiante tuvo una discusión o hizo daño a otro, debe pedir disculpas sinceramente y comprometerse a no repetir esa conducta.
e) Psicólogo escolar
• Prevención:
El psicólogo escolar se encarga de poner en marcha programas que ayuden a los estudiantes a desarrollar habilidades emocionales y sociales, para que puedan convivir de manera pacífica. También capacita a los maestros y a otros miembros de la escuela en habilidades que les ayuden a enseñar valores como el respeto y la empatía.
Ejemplo: Organizar un programa durante todo el año donde los estudiantes aprendan a trabajar juntos, a respetarse y a resolver conflictos sin pelear.
• Manejo:
Cuando ocurre un conflicto o una situación difícil, el psicólogo escolar interviene para ayudar a los estudiantes a superar el problema. Ofrece apoyo individual o en grupo, evalúa si hay riesgos emocionales, y asesora tanto a los maestros como a las familias para encontrar la mejor solución.
Ejemplo: Si hay un caso de agresión entre estudiantes, el psicólogo se reúne con los involucrados para hablar sobre lo sucedido, les ofrece sesiones de apoyo y da seguimiento al caso durante todo el trimestre.
f) Orientador escolar
• Prevención:
El orientador escolar diseña planes y actividades que ayudan a los estudiantes a mejorar su convivencia y a prevenir problemas como el bullying. Además, organiza charlas y talleres donde se enseñan habilidades para manejar las emociones y resolver conflictos de manera pacífica.
Ejemplo: Organizar una jornada en la escuela donde se explique cómo resolver desacuerdos sin usar la violencia, promoviendo el diálogo y la comprensión.
• Manejo:
Cuando hay un conflicto entre estudiantes, el orientador facilita la conversación entre las partes involucradas para que puedan entenderse y llegar a una solución. Ayuda a los estudiantes a tomar decisiones sobre cómo solucionar el problema y restablecer sus relaciones.
Ejemplo: Si dos estudiantes discuten por algo que pasó en las redes sociales, el orientador los acompaña en un proceso donde ambos se escuchen, se disculpen si es necesario y logren reconciliarse de manera respetuosa.
Conclusión
Los conflictos escolares no solo afectan la dinámica del aula, sino también el desarrollo académico y personal de los estudiantes. No obstante, si se abordan con responsabilidad y en colaboración entre todos los actores educativos, pueden transformarse en oportunidades para el aprendizaje y el crecimiento. La participación activa del personal de gestión, docentes, familias, estudiantes, psicólogos y orientadores es esencial para promover una convivencia basada en el diálogo, el respeto mutuo y la paz. De esta forma, se contribuye a una educación integral de mayor calidad.
Opinión personal
En mi opinión, los conflictos escolares no deben verse únicamente como problemas, sino como momentos valiosos para enseñar a convivir de forma sana y respetuosa. Más que evitar enfrentamientos, lo importante es enseñar a los estudiantes a comunicarse, a entender las emociones propias y ajenas, y a resolver diferencias de manera pacífica. Creo que muchas veces los conflictos crecen por falta de orientación o porque no se actúa a tiempo. Por eso, pienso que es necesario que toda la comunidad educativa reciba formación en habilidades sociales. Como futura psicóloga escolar, tengo el compromiso de fomentar un ambiente donde se valoren el diálogo, la empatía y la inclusión como elementos clave del proceso educativo.
Referencias bibliográficas
https://www.ilispa.org/assets/docs/Brochures/ispa_brochure_spanish.pdf
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